TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN

El primer preescolar bilingüe de Uruguay inspirado en la filosofía Reggio Emilia.

Busy Hands es la respuesta a una necesidad –más habitual de lo que imaginamos– del mundo educativo: crear alternativas que permitan nuevas miradas transformadoras en la educación. Es una propuesta que moviliza los procesos y espacios de aprendizaje hacia el futuro, respondiendo a los requerimientos de la actualidad y dejando de lado la tradicionalidad irreflexiva anclada a un pasado inmóvil.

“Con varios años de experiencia como maestra y después de conocer de cerca propuestas educativas en Europa y Estados Unidos, pensadas desde la filosofía Reggio Emilia, regresé a Uruguay para descubrir con sorpresa que los procesos de aprendizaje estaban en el mismo lugar que hace 15 años atrás”, reflexiona Patricia Johnson, fundadora de BusyHands Preschool. “Con la experiencia adquirida y el conocimiento de las necesidades del ambiente educativo nacional, decidí plantear mi propia propuesta para contribuir a su transformación”. 

Desde su apertura en 2012, Busy Hands Preschool trae al mundo de la educación cambio e innovación. Los grupos se conforman por niños de uno a cuatro años, siendo especialmente reducidos para que todos los profesionales conozcan a cada niño en profundidad, incluyendo sus cualidades y sus desafíos, así como sus dinámicas familiares. 

Las instalaciones del preescolar se encuentran en Haras del Lago, una ubicación privilegiada en medio de un bosque y junto a un lago repleto de patos que cada mañana se acercan a saludar a los niños a través de enormes ventanales que van de piso a techo. Estas ventanas no solo generan una relación permanente con el paisaje, sino también una iluminación natural inmejorable. 

“En el contexto de la filosofía Reggio Emilia, el entorno natural desempeña un papel fundamental en la experiencia educativa, favoreciendo el aprendizaje y el desarrollo de los niños de varias maneras. Un entorno natural proporciona un espacio rico en estímulos sensoriales y oportunidades de exploración, lo cual es esencial para el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños. La naturaleza ofrece una variedad infinita de texturas, colores, sonidos y olores que estimulan la curiosidad y la creatividad”, agrega Johnson.  

Uno de los principales pilares de la institución radica en fomentar la autonomía de cada niño: las aulas están diseñadas para ser flexibles y adaptables, permitiendo cambios en la disposición del mobiliario y los materiales según las necesidades y proyectos de los niños. Se crean áreas que pueden tener múltiples usos, facilitando diversas actividades como el juego, la exploración, la creación artística y la colaboración en proyectos.

El núcleo de esta propuesta son las maestras, quienes tienen en común una infinita creatividad como herramienta fundamental para el trabajo diario y una gran capacidad de observación que les permite conocer al detalle las características y necesidades de sus grupos. Trabajan en equipos de dos o tres por cada clase, siempre proponiendo experiencias basadas en los intereses de los niños.

“Las docentes de Busy Hands se entregan cada día en cuerpo y alma a sus grupos. Todos los días son maestras, madres, amigas, hermanas, cantantes, magas, científicas, gimnastas, arquitectas y exploradoras. Son abrazos, cuentos, juegos, ojos que observan con amor y oídos que escuchan con toda la atención”, reflexiona Johnson.

En la rutina semanal el equipo se complementa con el apoyo del centro interdisciplinario que se lleva a cabo en las instalaciones de Busy Hands, profesionales en fonoaudiología, psicomotricidad, psicología, psicopedagogía y terapia ocupacional.  También hay una coordinadora pedagógica y una atelierista, figuras fundamentales del enfoque Reggio Emilia que, con su visión desde el mundo de las artes plásticas, plantean a los grupos nuevas relaciones y desafíos con los espacios y los materiales, generando nuevas posibilidades de expresión para los niños.   

Cada mañana los niños entran a su sala a encontrar una multiplicidad de propuestas diseñadas por las duplas de maestras en concordancia con los procesos y proyectos que se van desarrollando en la clase. “Estas no son actividades tradicionales en que los niños son guiados para hacer las cosas de cierta manera. De hecho, no se les llaman actividades, sino que nos referimos a las mismas como experiencias. Acá tienen la autonomía para decidir de qué forma y en con cuál propuesta interactuar. Nuestro rol es guiar y acompañarlos en sus procesos de aprendizaje brindándoles las herramientas necesarias para desarrollar al máximo su potencial”. 

La jornada de la tarde se organiza por talleres. Según requerimientos y disponibilidad se hacen talleres de cocina, huerta, arte, expresión corporal, naturaleza y ciencia. Dos veces a la semana hay espacio para natación y frecuentemente se organizan salidas de entretenimiento. También se gestionan encuentros, charlas, talleres de creación y diferentes propuestas en el espacio del jardín para que la comunidad, tanto niños como familias, pueda participar.

En Busy Hands Preschool los niños son comprendidos como el centro del proceso de aprendizaje y en base a esto se les brindan todas las herramientas para que aflore lo más valioso que cada uno tiene dentro, sus experiencias del mundo y susemocionalidades. “Ese es nuestro material de trabajo, desde ahí planteamos nuestros objetivos, proyectos e investigaciones durante el año. Creamos experiencias y generamos espacios basándonos en las necesidades e intereses de los niños para que puedan sentirse libres de interactuar con el entorno, entenderse como activadores de la realidad y ser los actores principales en su proceso de descubrir y explorar el mundo”.

¿Qué es la filosofía Reggio Emilia? 

La filosofía Reggio Emilia es un enfoque educativo desarrollado en la segunda mitad del siglo XX en la ciudad homónima en Italia. Es un enfoque que se ha convertido en un modelo muy influyente en la educación infantil en todo el mundo, ya que entiende al niño como protagonista del aprendizaje.

“Son vistos como seres competentes, curiosos y capaces de construir su propio aprendizaje. Fomenta la autonomía, la creatividad y la capacidad de tomar decisiones. Piensa la educación como un proceso de colaboración entre niños, maestros y padres. Se valoran las relaciones y la comunicación, y se promueve un ambiente de respeto y diálogo constante”, explica la fundadora del preescolar. 

En este concepto, el entorno físico juega un papel fundamental. Los espacios están diseñados para ser acogedores, estéticamente agradables y ricos en materiales que inviten por sí solos a la exploración y la interacción. Se suele trabajar con elementos naturales, versátiles y no estructurados como piedras, hojas, ramas y agua, que los niños pueden utilizar en su juego imaginativo, impulsando el desarrollo de su máxima creatividad y expresividad.

La escucha y la observación son la piedra angular del proceso. Las maestras son mediadoras y facilitadoras del aprendizaje, y su rol principal es escuchar y observar a los niños para entender sus necesidades e intereses. Esta información se utiliza para planificar actividades y proyectos significativos.

La filosofía Reggio Emilia, ya presente en todo el mundo, fomenta la colaboración y la integración de las instituciones educativas que se apoyan en ella. 

“La educación es la herramienta de transformación social más poderosa en la sociedad actual”.

“Tenemos un equipo profesional interdisciplinario que trabaja con vocación cada día para hacer de este jardín un lugar donde los niños disfrutan intensamente sus procesos de aprendizaje y descubrimiento”.