6 PREGUNTAS A ROSE

Si mencionamos la palabra éxito, ¿Qué es lo primero que te viene a lamente?
El éxito es una palabra muy poderosa. Lo primero que se me viene a la cabeza es luz, luminosidad. Visualizo el éxito como algo de mucha luz,
un lugar iluminado, el estar donde querés estar, donde quisiste llegar, haciendo lo que querés y cómo lo debes hacer. La palabra éxito tiene
mucho peso y no viene solo. Parece como que es una palabra creada por una varita mágica, sin embargo el éxito se crea, se construye, se mantiene, se trabaja, se transpira. Y después hay que tener cuidado porque el éxito es seductor, y dentro de esa seducción a veces propone cosas que te desvían del camino, entonces hay que tener la mente muy clara y saber muy bien hacia dónde vas para no marearte.
Actualmente se te ve radiante, en la cima de tu carrera. ¿Cuál es la clave?
Para mí las cimas no existen, para mí no hay un tope. No siento que esté en la cima de mi momento. Yo soy una persona muy ambiciosa en el buen sentido, en el único sen-
todo que puede definir la palabra ambición, pero no siento que esté en la cima. Creo que es un camino que estoy recorriendo y gran parte de este éxito es todo lo transitado, porque me dejé llevar, fluyo con lo que me pasa, escucho, soy muy intuitiva, sé lo que quiere la gente, por dónde pasa hoy el mensaje, qué tipo de comunicación es lo que espera. Sobre todo eso la gran sensibilidad que tengo por lo que hago y por lo que siento y que las personas necesitan. Y también con esa cuota de diversión que me estoy permitiendo; que entonces, agregándole humor a mis publicaciones, y soltándome, siendo más auténtica, tuve otra llegada completamente diferente. Así que creo que por ahí pasa la cosa.
En tu libro “Chic” haces hincapié en la importancia de recuperar valores como la elegancia y la amabilidad. ¿Son valores relevantes en la sociedad actual?
Sí, la elegancia y la amabilidad son dos valores que lucho por recuperar y revalorizar, y lo puse de manifiesto en Chic, porque se está viviendo un momento de mucha individualidad donde la mayoría de las personas se olvida que vivimos comunitariamente y la convivencia se hace mucho más llevadera, más amable y más respetuosa cuando se vive en elegancia, pero esa elegancia que nace del alma, no la elegancia que te muestra en la corporalidad. Los griegos elevaban el término elegancia a una dimensión moral, cuando uno es soberano de sí mismo, cuando uno es amable, cuando uno registra al otro, cuando vivís el aquí y el ahora a conciencia pura, entonces sos una persona que estás centrado, que estás compuesto, que estás íntegro. Podés tener un mal día y no tiene por qué enterarse todo el mundo, pudiendo pasar inadvertido, porque el verdaderamente elegante es el que sabe vivir dentro de esa armonía sin perturbaciones.
La persona que se perturba, en definitiva, lo muestra en todo sentido, lo demuestra verbalmente, corporalmente, entonces me parece que hoy se están advirtiendo mucho estos rasgos con el lema de hago lo que quiero y vivo como quiero. Y sí, de las puertas de la casa para adentro, sí, uno hace lo que quiere y vive como puede, pero de las puertas de la casa para afuera la cosa debería ser diferente porque estamos conviviendo con otras personas y eso para mí es sagrado. Las buenas acciones y la amabilidad deberían ser contagiosas, la amabilidad trae amabilidad. Y bueno, sería un mundo mucho más placentero.
¿Qué es lo que no puede faltar en la vida de Rose para mantener tu estado de felicidad?
La felicidad para mí es un término que está bastante sobrevalorado. El término felicidad lo asocio pura y exclusivamente a la paz interior y a la tranquilidad. Nada me da más felicidad que apoyar todas las noches la cabeza sobre la almohada en paz. Eso para mí es el sumum de la felicidad.
¿Tenés alguna habilidad secreta o talento oculto?
La habilidad secreta u oculta para los demás es este histrionismo que lo tuve de chica pero que después lo sepulté durante unos cuantos
años: el actuar, la comedia. La actuación es algo que me fascina y de a poquito me voy despertando a través de los reels con los que la gente se divierte tanto, eso reafirma o me reafirma en el tipo de humor y de contenido que es un humor sano, es elegante, no es ordinario, que además enseña. Esta faceta fue también ese redescubrimiento porque la gente no lo asociaba con mi personalidad para nada, para mi fue como un renacer, un reinventarme y, para mí, que soy como una
marca propia, el poder reinventarse es fundamental para perseverarse en el tiempo.
En tu opinión, ¿Qué pequeños detalles marcan la diferencia al recibir invitados?
En mi opinión, lo que realmente cambia o hace la diferencia cuando recibís invitados es la actitud de quien invita. Podés servir los mejores
manjares y las etiquetas de vino más caras pero si no hay actitud y no hay disfrute por parte de la persona que invita y no hay alma generosa, eso desvirtúa toda la reunión. Tu participación como jurado en el programa Bake Off ha sido notable.
¿Cómo ha influido esta experiencia en televisión en tu carrera?
La televisión siempre tiene un alto impacto. La televisión te expone de una manera, bueno, iba a decir exponencial, te muestra de una manera exponencial. Y la verdad es que Bake Off fue mi primera experiencia en la pantalla uruguaya.
En su momento tuve mi programa en Buenos Aires sobre crítica de restaurantes y, la verdad, cuando el contenido es bueno y valioso siempre es valorado por el público. En lo personal siento, por parte del público, en las dos experiencias que tuve, un gran respeto, y bueno, para mí eso es importante.
El público no solo que a través de la televisión te conoce, sino que te reconoce. Y para mí el reconocimiento es algo muy valioso. Porque sobre el reconocimiento uno trabaja, uno pone años de esfuerzo, de estudios. Conocerse, uno se hace conocido dos minutos, pero el reconocimiento es algo que se construye con los años. La tele permite mostrarte, exhibirte de otra manera, estás más expuesta, pero la realidad es que vale la pena, ¿no?. Es un medio muy exigente, que tiene mucha competencia, pero a la larga los resultados siempre suman.
Con tantos logros y proyectos realizados, ¿Cuáles son tus próximas metas profesionales? ¿Algún proyecto que te emocione?
Esta me resulta la pregunta más difícil, porque hace muchos años, o en realidad hace algunos años, dejé de proyectar. Mis dos últimos libros los planifiqué seis meses antes que salieran. Es como que tengo proyectos o emprendimientos más impulsivos en lo que hace a las cosas personales. Tengo muchísimas propuestas, pero todas las analizo. Hasta que no me siento 100% cómoda y segura con lo que me están planteando, no accedo. Y en lo inmediato no tengo algo concreto. Sí, por supuesto, estoy todo el tiempo pensando, creando ideas, y así como se crean, algunas se mantienen, se sostienen, se les da forma, y otras se vienen abajo. Pero estoy constantemente pensando. Eso es una de mis grandes características. Pensar, crear, innovar, hacer cosas diferentes, percibir qué es lo que necesita la gente, qué hace falta. No me gusta cuando hay más de lo mismo, o ofrecer más de lo mismo. En eso trato siempre de ser cuidadosa e innovadora. La cosa trillada no me gusta, y lograr ese producto requiere de mucho
pienso. Todo proceso creativo genera esto de momentos de discordia con uno mismo. No sé cómo expresarlo. Hay cosas que fluyen y hay otras que no, entonces te peleas con la idea, te amigas con la idea. Son procesos. Estoy con un montón de cartas sobre la mesa viendo cuál de todas voy a elegir y cuál camino voy a tomar. Pero no estoy midiendo los resultados. Lo mido en función a lo que realmente me gratifica hacer. A esta edad, tampoco es que soy tan añosa, pero ya a esta edad busco eso. Busco las cosas que realmente me gratifican, sumen en mi vida y en la vida de los demás.
» LOS GRIEGOS ELEVABAN EL TÉRMINO ELEGANCIA A UNA DIMENSIÓN MORAL, CUANDO UNO ES SOBERANO DE SÍ MISMO, CUANDO UNO
ES AMABLE, CUANDO UNO REGISTRA AL OTRO, CUANDO VIVÍS EL AQUÍ Y EL AHORA A CONCIENCIA PURA; ENTONCES SOS UNA PERSONA QUE ESTÁS CENTRADO, QUE ESTÁS COMPUESTO, QUEESTÁS ÍNTEGRO»