En el mundo del diseño contemporáneo, pocas firmas han logrado una identidad tan sólida, poética y reconocible como Studiopepe, la agencia fundada en Milán en 2006 por Arianna Lelli Mami y Chiara Di Pinto. Multifacético, sofisticado y profundamente conceptual, el estudio se ha posicionado como una de las voces más influyentes del diseño milanés actual.

Ambas fundadoras estudiaron Diseño Industrial en el Politécnico de Milán y desde entonces han construido un lenguaje estético propio, donde conviven la experimentación con los materiales, la investigación formal, la psicología junguiana, el tarot, la alquimia y una especial sensibilidad por lo simbólico. Sus trabajos van desde la escenografía y la dirección de arte hasta el diseño de interiores y mobiliario, siempre con un enfoque narrativo y multidisciplinario que busca evocar emociones y conexiones profundas.

Arianna y Chiara se conocieron en un viaje a México, donde nació la complicidad creativa que más tarde daría forma a Studiopepe. Desde entonces, su producción ha sido un continuo laboratorio de ideas que fusiona arte, arquitectura, moda y antropología. Una estética que abraza lo inesperado, lo ritual, lo cotidiano y lo trascendente.

Amantes de los materiales naturales y los lenguajes simbólicos, debutaron en el Salone del Mobile con una instalación inspirada en la divinidad, reflejo de su interés por las analogías culturales que surgen del inconsciente colectivo. «Tanto en los objetos cotidianos como en los que responden a la necesidad humana de lo trascendente, se pueden encontrar analogías incluso en culturas lejanas», explica Lelli Mami.

Su universo visual, reconocible por los colores pastel, las formas asertivas y las composiciones escenográficas, tiene como eje una búsqueda constante: dotar a los objetos de alma, historia y propósito. Porque para Studiopepe, el diseño no es solo forma ni función, sino también lenguaje, emoción y experiencia.