Entrevista a Diego Socolovsky y Max Godet Autores de la Inversión Perfecta (Conecta,2023)

POR TOMÀS BASSAHUN

¿Cómo surgió la idea de llevar sus conocimientos prácticos y sus experiencias al
papel?
Diego Socolovsky: Yo vengo de un mundo muy cuantitativo –finanzas cuantitativas, modelos
cuantitativos, toma de decisiones, inteligencia artificial, modelos de predicción– y en ese
camino como economista, siempre me hizo ruido que los modelos –que son muy divertidos,
interesantes– al final del día, reflejados en las planillas no pasaba lo mismo y que la
gente no elegía siendo racional. La gente elegía por otras razones y los mercados no se
movían como decían las teorías. En ese momento de resonancia que tuve durante muchos
años me crucé con la psicología financiera, las finanzas del comportamiento. Ahí me
identifique, me resonó mucho. Desarrollé mis estudios en coaching financiero, en psicología
financiera y alguien un día me dijo tenes que escuchar a Max, que habla cosas que te van a
interesar. Yo en ese momento realmente no tenía tiempo asi que lo fui posponiendo. Y un día,
por esas cosas de la vida, me encontré con uno de esos videitos de Max y me pareció súper
interesante. Levante el teléfono, no lo conocía, me presente y nos juntamos a charlar. Ahí fue
que nos sentamos a estudiar. Max me contaba de lo que hablaba la Kabbalah y lo focalizamos
en el tema del dinero y en la vida del ser humano y la relación con la vida material. Esa
sabiduría increíble de Max coincidía con la ciencia, con los experimentos sociales, con lo que
está investigado. Encontramos las conexiones. Un día, ante tanta coincidencia de
pensamiento, decidimos hacer un libro, para generar una relación más sana con el dinero que
aporte más salud y bienestar hacia un nuevo vínculo con el dinero.
Max Godet: La idea de escribir este libro llegó al ver que muchas personas exitosas en lo
económico –a quienes hemos aconsejado– tenían un desafío en común: el manejo emocional
del dinero. Pueden hacer dinero, pero no saben cómo sentirse bien con él. Viendo esto, pensé
que sería valioso compartir los principios de la sabiduría ancestral y de la Kabbalah que he
estudiado y enseñado, y que estos, combinados con un entendimiento científico sobre cómo
nuestro cerebro maneja las finanzas, podrían hacer una diferencia real. Diego ya venía
estudiando este tema con profundidad desde hace años. Queríamos que el libro fuera una
charla honesta y directa sobre cómo ser más inteligentes con nuestro dinero, pero
también cómo encontrar paz y satisfacción en nuestra relación con él.

Vivimos en épocas de híper conexión, noticias a cada instante, ¿hay que absorber
toda la información posible todo el tiempo o debemos abstraernos un poco para
invertir mejor?
MG: No, definitivamente no necesitamos consumir toda la información que nos llega. Es
más, hacerlo puede distraernos y llevarnos a tomar decisiones precipitadas. Lo que
recomiendo es encontrar un balance: mantenerse informado, sí, pero sin obsesionarse. Hay

que saber cuándo apagar las notificaciones y tomarse un tiempo para pensar con claridad. En
el libro hablo de cómo la paciencia y la confianza en uno mismo son clave para ver crecer
nuestras inversiones, sin dejarnos llevar por cada sobresalto del mercado. Invertir bien
requiere de esa tranquilidad para escuchar nuestra intuición y, a veces, eso significa
desconectarse un poco del ruido constante.
DS: La visión de comprar para un largo plazo de navegar por las tormentas. Mantenerse
independientemente de las noticias financieras es muy importante. Eso hace una diferencia en
los retornos. La gente pierde dinero intentando predecir, buscando el punto más bajo para
comprar o el punto más alto para vender. Los mejores rendimientos de la bolsa de los últimos
años (ya sea si tomamos los últimos 80 o los últimos 20 años) se dan en 10 días en el año,
entonces es imposible predecir. Nadie puede predecirlo porque cada crisis y cada oportunidad
es distinta a la anterior. También la ciencia muestra que nadie puede predecir. Entonces, la
mejor oportunidad es comprar algo en lo que uno cree, en lo que estudio, en lo que tiene
fundamentos y no tratando de acertarle al timing y eso tiene que ver con no mirar las noticias,
no ponerse nervioso, la volatilidad en el largo plazo desaparece si vos miras en el día, en el
mes, en el año, sube, baja, los mercados tienen correcciones del diez por ciento por lo menos
una vez al año. Si miramos, en promedio, hay correcciones del cinco por ciento cada dos
meses. Ese nerviosismo que generan las noticias no colabora. Te hace perder dinero y dejar
plata en la mesa, por lo tanto, la mejor inversión en este sentido es apagar la tele, estudiar,
hacer la inversión y sostenerla en la medida en que sigan validados los motivos por los cuales
la hiciste.

El libro es una clase magistral de historia, de conocimientos antiguos puestos hacia
un mundo nuevo y cambiante: ¿lo viejo y lo nuevo puede coexistir en armonía?
DS: Sin duda. Lo viejo es viejo por la fecha en que se estudió, no por el conocimiento, así
que es la sabiduría milenaria y divina es aplicable para toda la eternidad, para todos los
momentos. Hay que saber interpretarla y estudiarla. No es viejo, es muy actual, ahora la
ciencia empieza a verificar y validar esos consejos ancestrales, espirituales, que hoy el mundo
está ávidos por descubrirlos. La humanidad fue evolucionando haciendo cada vez más
preguntas, siendo cada vez más curiosos. Antes la gente aceptaba los dogmas y repetía sin
cuestionar. Hoy es al revés: el mundo es muy abierto, muy cuestionado y es en ese proceso
donde nos damos cuenta que la ciencia también investiga y cuestiona lo que ya estaba escrito.
Así que la realidad es que coexisten en armonía, es una realidad. Siempre lo fue. La
diferencia es que hoy en día para aquellos escépticos o que no creen en estas sabidurías hoy
la ciencia lo demuestra.
MG: Totalmente. De hecho, creo que para entender hacia dónde vamos, es crucial saber
de dónde venimos. En el libro, trato de mostrar que aunque las herramientas y el entorno han
cambiado, los principios fundamentales de la naturaleza humana y del mundo de los negocios
siguen siendo los mismos. El rey Salomón ya lo decía hace miles de años: “generación va,
generación viene, y no hay nada nuevo bajo es sol. Lo que fue es lo que será.” Y sigue siendo

verdad. A través del libro, buscamos tender un puente entre esa sabiduría ancestral y las
estrategias modernas, demostrando que no solo pueden coexistir, sino que juntas ofrecen una
comprensión más rica y una guía más efectiva para nuestras vidas financieras y personales de
hoy.

¿Estamos configurados para ser optimistas o pesimistas?
DS: Nuestro cerebro está configurado para la supervivencia, y esa configuración es
pesimista. Es lo que nos ha hecho sobrevivir. El cerebro no evolucionó en ese sentido. Si
nos ponemos a razonar, eso nos demanda una gran capacidad de energía que nos haría
agotarnos en cuestión de horas. Eso por un lado.
Por otro lado, los seres humanos tenemos el sesgo de la sobreconfianza donde nos creemos
más que los demás, o mejor dicho, más que el promedio. Pero podemos reconfigurarnos y
aprender a identificar esos pensamientos. La clave está en el equilibrio. Pensamientos
equilibrados. Mirando hacia adentro. Conocernos. Somos emocionales. Combinar
optimismo y pesimismo para llegar a un buen lugar.
MG: Estamos configurados para ser realistas, aunque la neurociencia tiende a decir que el
cerebro se inclina al pesimismo por una cuestión de supervivencia. La Kabbalah, sin
embargo, nos enseña que nuestro estado natural es de equilibrio. No es una cuestión de
ser optimista o pesimista, sino de ver las cosas tal como son. Y eso es lo que intento
transmitir: la importancia de vivir con serenidad y equilibrio, estar en el momento
presente y manejar la vida y las finanzas desde un lugar de claridad y paz interior.

¿Cuál ha sido la inversión perfecta en sus vidas?
MG: La mejor inversión que he hecho en mi vida ha sido en mi propio crecimiento. Dedicar
tiempo y recursos en mis estudios, en el entendimiento de mi mismo, y en desarrollar
habilidades como la comunicación y la empatía, eso me ha llevado a construir la vida que
tengo ahora. Esto me ha permitido manejar mis proyectos con éxito, tener ideas claras y, al
final, traer prosperidad y bienestar a mi vida y a la de quienes me rodean. La inversión en uno
mismo es fundamental; abre puertas y crea oportunidades que van mucho más allá de lo
financiero. Estoy convencido de que invertir en el desarrollo personal y conocimiento
general, es la clave para vivir con mayor abundancia en todos los aspectos de la vida.
DS: Si hablamos por el lado económico es haber utilizado bien el dinero. ¿Qué quiero decir?
Invertirlo en una “mesa” más grande, donde pueda invitar más amigos y disfrutar de esas
vivencias , la inversión perfecta es haber viajado con mis hijos.. es haber hecho esa inversión
en mi, en cambiar mi mentalidad y en ayudar a la gente a que lo logre. La inversión perfecta
no es por cuánta plata se gana sino por cómo se usa esa plata.

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