FLEXIBLES COMO EL BAMBÚ

POR DELFINA DE ACHÁVAL

Psicóloga y PhD en Salud Mental I Integrando Neurociencia y Mindfulness en Programas de Bienestar.

Nos pasamos la vida haciendo planes. Organizamos cumpleaños, aniversarios, vacaciones, reuniones, cafés con amigos, mudanzas, viajes. Solemos soñar por adelantado con ciertas fechas importantes y cómo las celebraremos.

Pero a veces la vida tiene otros planes. A veces todo eso que planificamos al detalle puede truncarse con una llamada, una noticia, un mensaje. Lo primero que sucede entonces es una mezcla de enojo, frustración e impotencia. Pero una vez pasada esa primera oleada de emociones, podemos enfocarnos en algo más productivo: entrenar la flexibilidad. Porque planificar nos ayuda a vivir una vida más organizada y simple, pero también es importante dejar ir la rigidez y poder adaptarnos a los cambios que traigan los días. En mayor o menor medida, los cambios nos cuestan a todos. La incertidumbre nos asusta, y muchas veces preferimos aferrarnos a un plan. Pero la realidad es que esta rigidez no evitará que las cosas pasen. Solo hará que las vivamos con sufrimiento. Por eso, hoy quiero invitarte a ser como la planta de bambú: flexible y resistente. Cuando aparece una adversidad climatológica, el bambú se dobla, pero sin romperse. Aprendiendo a soltar nuestra rigidez lograremos exactamente eso, doblarnos y adaptarnos, pero sin quebrarnos. Si logramos vivir en el presente, vamos a poder dejar ir las riendas del futuro y estar abiertos a lo que la vida nos traiga. Vamos a poder reaccionar a lo que suceda con calma y templanza. Para eso, te comparto un mantra que me gusta mucho y me ayuda a enfocar cuando las ganas de planificar se me van de las manos: solo por hoy. Mejor ir un día a la vez, disfrutando de lo más cotidiano y chiquito. Poniendo la mirada en lo suficientemente bueno y dejando ir el anhelo por un perfeccionismo que no es real. Porque es en lo suficientemente bueno donde encontraremos la dicha diaria.

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